En la semana que transcurrió la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) anotó varios puntos en favor del habitante de nuestra megaciudad. La más importante ha sido escuchar a los vecinos que viven –y a quienes transitan– por las inmediaciones del Campo de Marte frente a esa decisión demencial del Concejo Distrital de Jesús María de construir una obra en medio de la vía pública.
La alternativa acertada de la MML ha sido entonces demoler esa edificación ilegal, arbitraria y descabellada. En realidad no entendemos qué pasa por la cabeza del burgomaestre de esa localidad, cuando permite este tipo de proyecto que entorpece el tráfico automovilístico y rompe la perspectiva arquitectónica de un lugar caracterizado por su diseño en base a amplios espacios abiertos.
Por eso hay que felicitar a la MML que ha hecho que miles de limeños se sientan protegidos ante el capricho e incoherencia de ciertas autoridades distritales, muchas de las cuales no saben en qué gastar el dinero del contribuyente, y proceden a aprobar obras que resultan verdaderos bodrios, en vez de invertir eficazmente esos recursos. Por más que diga el alcalde de Jesús María que cuenta con el apoyo de un grupo de vecinos o que sólo busca construir –dizque– un local para el adulto mayor de su circunscripción, sencillamente le decimos que se equivocó. Porque no se puede hacer una obra de esa envergadura en medio de una calzada, pista que no sólo es curva –a un lado del Campo de Marte– sino que no se presta para edificar ahí un salón, poniendo así en peligro la vida del adulto mayor que desee ingresar o salir de ese ambiente. Los accidentes de tránsito están a la vuelta de la esquina, pero por fortuna la MML supo ponerle coto a este tema.
De otro lado, otro punto a favor de la capital ha sido el reforzamiento de la seguridad en el Centro de Lima. Durante la semana pasada, el alcalde Luis Castañeda Lossio entregó modernas unidades motorizadas económicas y ecológicas (40 patrulleros, 15 camionetas, 60 motos), pues usarán gas natural –aparte de 100 bicicletas para los “serenos”– destinadas a garantizar la seguridad de los vecinos y turistas. Esta iniciativa ha sido posible gracias a una inversión que supera los S/. 4 millones. Además, se sabe que la antigua flota de vehículos de la MML será repotenciada y entregada a los distritos que no cuentan con tales unidades, a fin de que velen por la seguridad ciudadana de sus lugareños, lográndose de esta manera poner en práctica el denominado programa “Serenazgo sin Fronteras”.
Basta ver los dos ejemplos que ponemos a consideración de nuestros lectores –en los cuales la MML ratificó una misión especial como si fuera, literalmente, el hermano mayor de los municipios limeños–, para darnos cuenta de que hay múltiples y complejos problemas en la ciudad. Pero precisamente muchos de esos inconvenientes son fomentados, inclusive, por las propias autoridades locales, como el caso de la comuna de Jesús María, por lo que urge el concurso de todos los gobiernos locales para encontrar soluciones coordinadas que hagan finalmente de la Gran Capital un lugar idóneo para vivir.
lunes, 20 de julio de 2009
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