¿Cuán unidos estamos para enfrentar eficazmente la pandemia de la gripe AH1N1? Hace apenas unas semanas nos preciábamos de ser la nación con menor número de víctimas fatales y con la más reducida estadística de morbilidad en relación a ese nocivo virus de la influenza. Es verdad que aún no hemos llegado a los extremos experimentados en México, Chile o Argentina, pero tampoco debemos quedarnos en medio de esta contemplación. Necesitamos actuar ahora reconociendo la importancia de articular energías y políticas a fin de evitar que la pandemia se salga de control en el país, pese a las noticias provenientes del exterior que informan acerca del descenso de la curva de contagios en el mundo. Actualmente, y por cierto con más coordinación desde la experiencia vivida por el Perú a principios de la década de los noventa cuando se expandió el cólera, el Ministerio de Salud (Minsa) está desempeñando un rol articulador y es escuchado por los demás sectores como nunca antes. Lo hace Educación, Defensa, Justicia, etc. El adelanto de vacaciones escolares de medio año no obstante que quizá debió plantearse un poco antes; la postergación del desfile militar por Fiestas Patrias; o la vacunación contra la gripe entre los reclusos como una forma de prevención entre la población penitenciaria, hablan de una voluntad coherente por defender al país de peores consecuencias. A esto hay que sumar el papel desarrollado por la actividad privada, gremios empresariales, corporaciones, laboratorios, clínicas, etc., aunque primero hubo una aislada actitud irresponsable de un colegio particular que en medio de la alerta mundial envió a una promoción de alumnos a Punta Cana, pero lo concreto es que todos se movilizan en pro de la salud.
Pueden haber cabos sueltos por atar, algunas descoordinaciones con gobiernos regionales, sin embargo transformemos positivamente este trance haciendo de la crisis una oportunidad para lograr que sea el Perú uno de los países que con mayor éxito enfrentó la pandemia de la influenza AH1N1. Hay dos lemas vertebradores: “El Perú unido contra la influenza” y “El Perú avanza”. Trabajemos para que no sean frases propias de algún marketing político gubernamental sino que se conviertan en inteligencia genuina, músculo y técnica a favor de los valores y acciones que permitirán defender a nuestra comunidad. Similar situación debería practicar la dirigencia nacional frente a la crisis económica mundial. En esto también el reto es el mismo: morigerar los efectos de la recesión global sobre nuestro desarrollo y crecimiento.
Por supuesto que aquello no significa ignorar deficiencias, errores o desaciertos. Al contrario, si tenemos la ruta trazada y objetivos claros, debemos cuestionar cuando se improvisa en algunos hospitales o no se avanza como es debido. Naturalmente siempre las críticas constructivas son las valederas y no las zancadillas puestas de mala fe. Superemos los problemas de gestión para preservar del foco de contagio a nuestros compatriotas y a los ciudadanos extranjeros que están de visita en el Perú. Seamos conscientes que como nunca antes estamos preocupados y unidos en torno a la salud y es la oportunidad de que el Minsa genere disciplina y voluntad para hacer frente no sólo a la influenza sino también a otros males como la tuberculosis, la hepatitis B o la neumonía presente en zonas altoandinas.
lunes, 20 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario